El Código Da Vinci: viejas mentiras en molde nuevo
“Examinadlo todo; retened lo bueno”. 1 Tesalonicenses 5.21
Mis amados:
Un saludo para todos. Nuevamente !bienvenido a esta página! Las visitas que ustedes me hacen y los comentarios que me han hecho llegar por el correo electrónico, me mantienen en forma para continuar escribiéndoles.
Bien. Hoy compartiré con ustedes, un tema de moda. Nuevamente, la irreverencia hacia JESÚS, toma forma de arte. Una parte de esa irreverencia toca a la Iglesia Católica Romana, es decir, intenta erosionar la fe de millones de personas. Como ustedes saben, no soy católico romano. Pero los bautistas tenemos un respeto por la libertad religiosa que decimos:
“No estoy de acuerdo con lo que tú crees, pero si eres atacado por tu fe, estoy dispuesto a defenderte”.
Ahora bien, ¿por qué tomar en serio un género literario que persigue despertar la emoción, la tensión y el supenso a partir de la narración ficticia de un hecho real como lo es el cristianismo? Porque en esta novela se intenta presentar las mentiras de ayer como verdades, en un molde moderno que nos permiten la literatura y el cine actuales. El Código Da Vinci, hace un intento inútil contra la verdad histórica y en contra de la misma Palabra de Dios. Es necesario que todos los que conocemos la Palabra, salgamos en su defensa. Y para ello, la misma Palabra de Dios, nos iluminará. Cuatro mil años de revelación divina, haciendo impacto individual y colectivo, debieran ser señales contundentes de que la ¡Biblia está viva! Pero algunos no lo saben y necesitamos iluminarlos con la luz que el Señor mismo nos ha dado. Creo que esta es una emocionante oportunidad contra las viejas mentiras en un molde nuevo, que nos presenta el Código Da Vinci. ¡Contra esas viejas mentiras, vamos!
Las mentiras del Código Da Vinci
Sin duda alguna, Dan Brown es el novelista del momento. Tiene un poder de persuasión al escribir, que ha generado un enorme interés y levantado un polvero entre el público lector, fuera y dentro de este tipo de literatura. También pasó a engrosar la pequeña lista de los escritores millonarios. La estrategia que la ha dado resultados a Brown y su equipo, ha sido presentar a esta novela de ficción, como una novela de historia-ficción. Al meternos en el estudio de esta novela, descubrimos que la erudición basada en libros serios, tanto de historia como del arte y la arquitectura brilla por su ausencia. Por otra parte, no soy crítico literario pero los especialistas, no le dan mayor crédito. Esta no es una novela para entender la historia, por el contrario nos aleja de la verdadera historia. Por ello, las invenciones de situaciones, las ambigüedades, las medias verdades, las creencias sincretistas de las sectas secretas y el ocultismo abundan desde el principio hasta el final de la novela. Dicho todo esto, añado que, tengo un enorme respeto por el trabajo literario. Por eso me leí el enorme y tedioso libro: El Código Da Vinci. A estas alturas en que la película del libro, ya ha sido estrenada con mucho éxito a nivel mundial, estoy consciente de que apologistas o defensores de la fe han escrito lo suficiente. Pero la confusión creciente hará que los que no han agarrado la fe y la doctrina cristiana, fundamentados en la Palabra de Dios, sean confundidos. Al final, triunfará otra vez la verdad como lo ha hecho a lo largo de estos dos mil años del cristianismo.
Dedico este escrito a mi hijo Rubén, me llamó y me dijo: “Papi, sigo firme en lo que he creído del Señor y Su Palabra, de todos modos me gustaría oír tu opinión, escribe algo al respecto…” Ese será el intento de hoy y la próxima semana.
· Constantino y los evangelios
· ¿Podemos confiar en la Biblia?
· Los gnósticos y los documentos de Nag Hammadi
· ¿Cómo se formó el Nuevo Testamento?
· ¿Se casó María Magdalena con JESÚS?
· ¿Quién es JESÚS?
Obviamente, no dispongo de mucho espacio, como yo quisiera. Para ser sincero, no quiero ser tan agotador con mis lectores como el mismo Brown, lo hace en su novela, ¡aunque algunos opinen lo contrario…! Al acometer la tarea lo hago, teniendo en mente el consejo de Pablo: “Examinadlo todo; retened lo bueno”. Estas palabras del Apóstol de la gracia nos recuerdan que el discípulo del Señor JESÚS no debe temer el confrontar sus dudas y las de los demás, con la Palabra de Dios. La Palabra de Dios, siempre ganará. El Antiguo Testamento señala hacia el Nuevo Testamento y el Nuevo Testamento es el cumplimiento del Antiguo Testamento. El buscador sincero: ¡No puede perderse! Así también lo afirmó el Apóstol Pedro, cuando escribió:
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.”2 Pedro 1.19 (RV60)
Existe entonces, una nota de urgencia para que los discípulos salgamos a hacer defensa de la Palabra y de la fe. Así también lo escribió Judas, el hermano del Señor: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”. Judas 3 En cuanto a la defensa de la fe estoy pensando responder, muy ligeramente, a algunas de las mentiras que nos presenta, Dan Brown en su Código Da Vinci. Hoy abarcaremos cuatro, y dos en la próxima entrega.
· Constantino y los evangelios
La mentira del Código Da Vinci: “Constantino encargó y financió una nueva Biblia, que omitía aquellos evangelios que hablaban de los rasgos humanos de Cristo, y alteró aquellos Evangelios que lo hacían aparecer con las características de Dios”…. (Pág.234)
La verdad: Cuando Constantino llega al poder, ya los documentos que compondrían más adelante el canon del Nuevo Testamento estaban en uso por todas las iglesias. Actualmente, tenemos copias de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan que son anteriores a Constantino y al Concilio de Nicea. Estos documentos están fechados entre 175 y 225 después de Cristo. Como la historia lo señala, Constantino asumió el poder en el 306. Por lo tanto, aunque Constantino fue un emperador cristiano, y muy interesado en que el cristianismo fuera la religión de su imperio, no alteró los Evangelios. Ninguno de aquellos hombres de Dios que vivían entonces y que podían mostrar en sus propios cuerpos, las huellas de las persecuciones contra ellos, siguiendo a los Evangelios y los escritos apostólicos. No lo hubieran aceptado. Así que, hoy podemos leer, confiados en que los Evangelios que hoy estudiamos y amamos para nuestro crecimiento espiritual, son los originales.
· ¿Podemos confiar en la Biblia?
La mentira del Código Da Vinci: “Casi todo lo que nuestros padres nos enseñaron acerca de Cristo es falso”. (Pág.235)
La verdad histórica: Los que formaron el Canon tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento, fueron muy exigentes y damos gracias al Señor por ello. Precisamente, los evangelistas escribieron acerca de JESÚS, el orden siguiente: Marcos en los años setenta, Mateo, Marcos y Lucas en la década del ochenta y Juan en la década del noventa. ¡Cuando ellos escribieron muchos de los testigos oculares que habían conocido a JESÚS, todavía Vivian! Aunque algunos evangelios “apócrifos”, es decir, no autorizados existieron, surgieron muchos años después de estas fechas. Aquellos escritos eran tan fantaciosos que se estilaba, darle el nombre de un personaje, muy cercano a JESÚS, buscando lo que se les escapaba: credibilidad. Tal es el caso del recién descubierto “evangelio de Judas” Pero los primeros intentos de estas herejías fueron rechazadas por los llamados Padres de la Iglesia como Papías (c.125 d. C) Como algunos lo hemos estudiado Papías era el obispo de la Iglesia de Hierápolis en Asia, alegaba que él había sido discípulo de Juan y condiscípulo de Policarpo. Otro que refutó las herejías de ese tiempo fue Ireneo (c. 180 d.C) Por otra parte, estos mismos hombres de Dios, atribuyeron los Evangelios que hoy en día tiene nuestra Biblia, a los autores que históricamente conocemos. De esta manera: Marcos, escribió bajo la dirección del Apóstol Pedro. Lucas, el “médico amado” fue discípulo de Pablo y el evangelio que lleva su nombre, fue el producto de una gran investigación. Finalmente, Mateo y Juan, fueron los discípulos de JESÚS. Conociendo a Pedro, aquel discípulo impulsivo, hoy, utilizaría todos los medios de comunicación y nos diría, las mismas palabras que él escribió hace, ya dos mil años:
“Cuando les enseñábamos acerca del poder de nuestro Señor Jesucristo y de su regreso, no estábamos inventando una historia, sino que con nuestros propios ojos vimos el gran poder de nuestro Señor. Nosotros estábamos allí cuando Dios el Padre trató a Jesús con mucho honor y mostró lo maravilloso que es él. Y allí mismo, en la montaña sagrada, oímos cuando nuestro grande y maravilloso Dios dijo: "Éste es mi Hijo. Yo lo amo mucho y estoy muy contento con él". 2 Pedro 2.16-18 (BLS)
En efecto, si sus padres le enseñaron acerca de JESÚS guiado por lo que los Evangelios presentan, todo el peso de las evidencias históricas y el Espíritu Santo que preserva la Palabra de Dios, nos gritan: ¡Es verdad! Por eso, ¡podemos confiar en la Palabra de Dios!
Las mentiras del Código Da Vinci
Sin duda alguna, Dan Brown es el novelista del momento. Tiene un poder de persuasión al escribir, que ha generado un enorme interés y levantado un polvero entre el público lector, fuera y dentro de este tipo de literatura. También pasó a engrosar la pequeña lista de los escritores millonarios. La estrategia que la ha dado resultados a Brown y su equipo, ha sido presentar a esta novela de ficción, como una novela de historia-ficción. Al meternos en el estudio de esta novela, descubrimos que la erudición basada en libros serios, tanto de historia como del arte y la arquitectura brilla por su ausencia. Por otra parte, no soy crítico literario pero los especialistas, no le dan mayor crédito. Esta no es una novela para entender la historia, por el contrario nos aleja de la verdadera historia. Por ello, las invenciones de situaciones, las ambigüedades, las medias verdades, las creencias sincretistas de las sectas secretas y el ocultismo abundan desde el principio hasta el final de la novela. Dicho todo esto, añado que, tengo un enorme respeto por el trabajo literario. Por eso me leí el enorme y tedioso libro: El Código Da Vinci. A estas alturas en que la película del libro, ya ha sido estrenada con mucho éxito a nivel mundial, estoy consciente de que apologistas o defensores de la fe han escrito lo suficiente. Pero la confusión creciente hará que los que no han agarrado la fe y la doctrina cristiana, fundamentados en la Palabra de Dios, sean confundidos. Al final, triunfará otra vez la verdad como lo ha hecho a lo largo de estos dos mil años del cristianismo.
Dedico este escrito a mi hijo Rubén, me llamó y me dijo: “Papi, sigo firme en lo que he creído del Señor y Su Palabra, de todos modos me gustaría oír tu opinión, escribe algo al respecto…” Ese será el intento de hoy y la próxima semana.
· Constantino y los evangelios
· ¿Podemos confiar en la Biblia?
· Los gnósticos y los documentos de Nag Hammadi
· ¿Cómo se formó el Nuevo Testamento?
· ¿Se casó María Magdalena con JESÚS?
· ¿Quién es JESÚS?
Obviamente, no dispongo de mucho espacio, como yo quisiera. Para ser sincero, no quiero ser tan agotador con mis lectores como el mismo Brown, lo hace en su novela, ¡aunque algunos opinen lo contrario…! Al acometer la tarea lo hago, teniendo en mente el consejo de Pablo: “Examinadlo todo; retened lo bueno”. Estas palabras del Apóstol de la gracia nos recuerdan que el discípulo del Señor JESÚS no debe temer el confrontar sus dudas y las de los demás, con la Palabra de Dios. La Palabra de Dios, siempre ganará. El Antiguo Testamento señala hacia el Nuevo Testamento y el Nuevo Testamento es el cumplimiento del Antiguo Testamento. El buscador sincero: ¡No puede perderse! Así también lo afirmó el Apóstol Pedro, cuando escribió:
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.”2 Pedro 1.19 (RV60)
Existe entonces, una nota de urgencia para que los discípulos salgamos a hacer defensa de la Palabra y de la fe. Así también lo escribió Judas, el hermano del Señor: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”. Judas 3 En cuanto a la defensa de la fe estoy pensando responder, muy ligeramente, a algunas de las mentiras que nos presenta, Dan Brown en su Código Da Vinci. Hoy abarcaremos cuatro, y dos en la próxima entrega.
· Constantino y los evangelios
La mentira del Código Da Vinci: “Constantino encargó y financió una nueva Biblia, que omitía aquellos evangelios que hablaban de los rasgos humanos de Cristo, y alteró aquellos Evangelios que lo hacían aparecer con las características de Dios”…. (Pág.234)
La verdad: Cuando Constantino llega al poder, ya los documentos que compondrían más adelante el canon del Nuevo Testamento estaban en uso por todas las iglesias. Actualmente, tenemos copias de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan que son anteriores a Constantino y al Concilio de Nicea. Estos documentos están fechados entre 175 y 225 después de Cristo. Como la historia lo señala, Constantino asumió el poder en el 306. Por lo tanto, aunque Constantino fue un emperador cristiano, y muy interesado en que el cristianismo fuera la religión de su imperio, no alteró los Evangelios. Ninguno de aquellos hombres de Dios que vivían entonces y que podían mostrar en sus propios cuerpos, las huellas de las persecuciones contra ellos, siguiendo a los Evangelios y los escritos apostólicos. No lo hubieran aceptado. Así que, hoy podemos leer, confiados en que los Evangelios que hoy estudiamos y amamos para nuestro crecimiento espiritual, son los originales.
· ¿Podemos confiar en la Biblia?
La mentira del Código Da Vinci: “Casi todo lo que nuestros padres nos enseñaron acerca de Cristo es falso”. (Pág.235)
La verdad histórica: Los que formaron el Canon tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento, fueron muy exigentes y damos gracias al Señor por ello. Precisamente, los evangelistas escribieron acerca de JESÚS, el orden siguiente: Marcos en los años setenta, Mateo, Marcos y Lucas en la década del ochenta y Juan en la década del noventa. ¡Cuando ellos escribieron muchos de los testigos oculares que habían conocido a JESÚS, todavía Vivian! Aunque algunos evangelios “apócrifos”, es decir, no autorizados existieron, surgieron muchos años después de estas fechas. Aquellos escritos eran tan fantaciosos que se estilaba, darle el nombre de un personaje, muy cercano a JESÚS, buscando lo que se les escapaba: credibilidad. Tal es el caso del recién descubierto “evangelio de Judas” Pero los primeros intentos de estas herejías fueron rechazadas por los llamados Padres de la Iglesia como Papías (c.125 d. C) Como algunos lo hemos estudiado Papías era el obispo de la Iglesia de Hierápolis en Asia, alegaba que él había sido discípulo de Juan y condiscípulo de Policarpo. Otro que refutó las herejías de ese tiempo fue Ireneo (c. 180 d.C) Por otra parte, estos mismos hombres de Dios, atribuyeron los Evangelios que hoy en día tiene nuestra Biblia, a los autores que históricamente conocemos. De esta manera: Marcos, escribió bajo la dirección del Apóstol Pedro. Lucas, el “médico amado” fue discípulo de Pablo y el evangelio que lleva su nombre, fue el producto de una gran investigación. Finalmente, Mateo y Juan, fueron los discípulos de JESÚS. Conociendo a Pedro, aquel discípulo impulsivo, hoy, utilizaría todos los medios de comunicación y nos diría, las mismas palabras que él escribió hace, ya dos mil años:
“Cuando les enseñábamos acerca del poder de nuestro Señor Jesucristo y de su regreso, no estábamos inventando una historia, sino que con nuestros propios ojos vimos el gran poder de nuestro Señor. Nosotros estábamos allí cuando Dios el Padre trató a Jesús con mucho honor y mostró lo maravilloso que es él. Y allí mismo, en la montaña sagrada, oímos cuando nuestro grande y maravilloso Dios dijo: "Éste es mi Hijo. Yo lo amo mucho y estoy muy contento con él". 2 Pedro 2.16-18 (BLS)
En efecto, si sus padres le enseñaron acerca de JESÚS guiado por lo que los Evangelios presentan, todo el peso de las evidencias históricas y el Espíritu Santo que preserva la Palabra de Dios, nos gritan: ¡Es verdad! Por eso, ¡podemos confiar en la Palabra de Dios!
· Nag Hammadi y los gnósticos
La mentira: “Los textos de Nag Hamandi representan los registros más antiguos…Estos evangelios inalterados, cuentan la verdadera historia de Jesús…” (Pág.2445-248)
La verdad histórica: ¿Qué son los documentos de Nag Hammadi? ¿Cuándo se escribieron y por quiénes y con qué propósito? Estos documentos se encontraron en 1945 en una biblioteca gnóstica en Nag Hammadi (Egipto) Ciertamente son antiguos, pero no son anteriores al Nuevo Testamento. Los expertos señalan que los documentos de Nag Hammadi fueron escritos por los gnósticos. El gnosticismo fue una más de las muchísimas sectas que existieron aún en los días de Jesucristo. Los gnósticos creen que la salvación se obtiene por un conocimiento secreto y esotérico. Los gnósticos sí estuvieron presentes en algunas de las congregaciones fundadas por los apóstoles, y se autodenominaron gnosticos cristianos. Pero los gnósticos de ayer y los de hoy, están muy lejos de las verdades fundamentales de la fe cristiana. Contra ellos, combatió Pablo, Juan y Pedro en sus epístolas. De esta manera, los textos de Nag Hammadi son posteriores a los escritos del Nuevo Testamento, tienen una Cristología que es completamente alejada de la Palabra de Dios. Por otra parte, ciertamente hubo mucho de este tipo de literatura en los días de la formación del canon del Nuevo Testamento, pero el Espíritu Santo iluminó a los Padres de la Iglesia para evitar que fueran parte de la Biblia como la conocemos hoy.
· ¿Cómo se formó el Nuevo Testamento?
La mentira: “La Biblia como la conocemos hoy, fue compaginada por….Constantino el Grande”. (Pág.231)
Los que hemos estado indagando desde hace muchos años sobre la veracidad de la Palabra de Dios y cómo este Libro excepcional llegó a nuestras manos, sabemos que se escribieron muchos libros sobre la vida de JESÚS y las enseñanzas de los apóstoles. Parece que los novelistas tipo Dan Brown, ha abundado en las sectas de ayer y de hoy…Obviamente, la mayoría de estos libros no fueron incluidos en el Nuevo Testamento. Debido a que algunos discípulos de los apóstoles, escribieron contra las herejías de esos libros, tenemos los títulos de algunos de ellos: El Evangelio de Felipe, El evangelio de María Magdalena, Los Hechos de Juan, Tercera de Corintios, el Apocalipsis de Pedro, y el recién aparecido: el evangelio de Judas… ¿Cómo decidieron las iglesias de los primeros siglos que libros incluir y cuáles rechazar para el Nuevo Testamento? Aquellos hombres en su mayoría bien instruidos tanto en los diversos campos de la filosofía, como en los idiomas originales, y que habían creído en la doctrina de los apóstoles tuvieron criterios muy definidos para aceptar a los libros como inspirados por el Espíritu Santo. Por ejemplo, un libro debía ser antiguo, preferiblemente de los tiempos de JESÚS. Debía ser escrito por un Apóstol o por uno de los discípulos de los apóstoles. Además debía ser consistente con la comprensión ortodoxa de la fe. No debía contradecir la revelación divina del Antiguo Testamento. Igualmente, debía haber sido ampliamente distribuido y utilizados por las iglesias para recibir el reconocimiento y la aceptación de escritos inspirados por Dios. Así a finales del segundo y tercer siglos, sin que hubiera un concilio ecuménico para ello, había un acuerdo bien generalizado para los veintisiete documentos que hoy forman el Nuevo Testamento. De esta manera, rechazamos categóricamente lo afirmado por el Código Da Vinci y decimos con toda la verdad histórica de nuestra parte: Constantino nada tuvo que ver con la formación del canon del Nuevo Testamento.
Mis amados, hasta aquí por hoy, Dios mediante, continuaré en la próxima entrega.
Pastor y amigo,
Francisco Aular
faular@hotmail.com
1 Comments:
Buen trabajo de equipo Pastores que bueno que vamos a disfrutar y aprovechar de verlos trabajar juntos mas a menudo ahora
Feliz Dia del PADRE
Hugo M.
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