La evangelización en marcha

"Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios." Hechos 20:24

Nombre: Francisco Aular
Ubicación: Toronto, Ontario, Canada

jueves, junio 15, 2006

Romance al padre



¡Dios bendice a todos los que le obedecen y siguen sus enseñanzas!Si tú eres uno de ellos,Dios te bendecirá mucho.En el seno de tu hogar comerás y disfrutarás de lo que ganes con tu trabajo.Tu esposa tendrá muchos hijos. ¡Parecerá un racimo de uvas! Nunca en tu mesa faltará comida, y tus hijos crecerán fuertes como los olivos. ¡Así es como Dios bendice a todos los que le obedecen!¡Que Dios te bendiga desde su templo en el monte Sión! ¡Que veas prosperar a Jerusalén todos los días de tu vida!¡Que Dios te deje ver crecer a tus hijos y a tus nietos! ¡Que haya paz en Israel! Salmo 128 (BLS)

A todos los padres en su día (Por fin se acordaron de nosotros, eh….)
Mis amados:
No es fácil ser un buen papá. Pero también es verdad que es muy difícil ser bueno en cualquier actividad que realizamos como seres humanos. Por eso, nuestro crecimiento hacia el buen desempeño de nuestro papel, primeramente como hijo, luego como esposo, padre y después como abuelo nunca terminará en esta vida. Al padre estadonidense, gracias a Hollywood, se le hace promoción como un hombre tonto. Al padre latinoamericano, se caricaturiza como irresponsable y macho. Pero yo he tenido la bendición de conocer a verdaderos padres, es mas, me emociona ver a mis propios hijos varones, el cuidado que tienen por nuestros nietos. ¡Un aplauso para esa clase de padres!

Gracias al Señor, nosotros que somos cristianos nacidos de nuevo, tenemos la guía infalible de la Palabra de Dios. Allí en la Palabra tenemos muchos modelos de un verdadero papá. En lo más elevado de todo, el Señor JESÚS, nos enseñó que nuestro Dios es Padre. El Padre, siempre a nuestro lado, pronto ayudarnos y a salvarnos. Padre lleno de misericordia y amor. Como Padre, Dios no enseña a ser padres humanos, porque Dios se nos presenta como Aquel que quiso formar a la familia humana para que llegar a ser también Su familia espiritual, por eso la Biblia, dice: “En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos”. Hebreos 2.10 (NVI) Como Padre de Su familia espiritual, Dios pagó un gran precio, incluyendo el dar Su Hijo unigénito por nuestra adopción como Sus hijos y salvación eternos. Por eso, entendemos muy bien el esfuerzo de los padres humanos por dar lo mejor de sí por su familia. Sin embargo, ese gran precio tiene que incluir la vida espiritual. Como Padre, lo hemos dicho, Dios es bueno, amoroso, providente y ejemplar. En Dios la familia humana, encuentra su verdadero propósito en este mundo. Por eso, existen dos modelos de familias, el modelo de la familia según Dios y el modelo de la familia según el mundo. El modelo de la familia según el mundo, no es el ideal de Dios para Su familia. Sé que el refranero popular, dice: “Todos somos hijos de Dios”. Lamentablemente, aunque tal afirmación parece cierta, la Biblia dice que no es así: “Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. Juan 1:11-12 (NVI) Al principio los propios familiares de JESÚS, no creyeron en Él. Nos aclara el apóstol Juan que Sus familiares humanos, no tienen ningún derecho. No hay privilegios ni palancas para llegar al cielo, aparte de Cristo. Por eso podemos afirmar como cierto, una frase que corre en nuestras congregaciones evangélicas: “Dios no tiene, nietos, sino hijos”. Ese derecho a ser hijos les fue otorgado cuando ellos también, aceptaron el regalo de la vida eterna en JESÚS. Esa bendita seguridad de ser hijos de Dios por la fe en JESÚS, les da el derecho de ser miembros de la familia de Dios. Así también, lo reafirma Pablo: “Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. Lógicamente si a los cristianos de la iglesia de Éfeso, como nosotros antes de convertimos también, el Apóstol les dice que, “ya no son” es porque una vez fueron: “extraños” y “extranjeros” en su relación con la familia de Dios. En otras palabras, no eran miembros de la familia de Dios, pero ahora lo son porque la vida eterna, no es algo, sino Alguien, JESÚS. Nuevamente, oígamos sus palabras: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14.6 (RV60)
Por eso, repito si para un padre cristiano, su papel como hombre de Dios, no es fácil; para el hombre sin Cristo, el papel como padre no solo es difícil, sino también imposible. Porque ser un padre humano ejemplar, va mucho más allá que proveerle alimentos, y bienes materiales a la familia. La verdad es que en las Sagradas Escrituras, el padre es el ¡sacerdote de la familia! El padre humano es la imagen de Dios en la familia. El padre y la madre, simbolizan la unión con Cristo y Su Iglesia. Se pide al esposo que ame a su esposo como Cristo amó a la Iglesia, es decir, un amor sacrificial. Como sacerdote tiene que interceder delante de Dios por su esposa e hijos. Como sacerdote tiene que hacer de su hogar, una iglesia en miniatura. Como sacerdote tiene que ser el primero en la preocupación espiritual por sus hijos. El padre es el que toma la iniciativa para llevarlos desde niños a la familia grande, la iglesia. Uno de los servicios que más me encantan presidir como pastor es la presentación de los niños, por sus padres, al Señor. Los demás dirigentes espirituales, sociales, educativos y policiales, estamos para intervenir y ayudar; pero el padre, no tiene sustitutos en su deber y honor como sacerdote de su familia. Si como hombres fallamos aquí, hemos fallado en todo.

Pensando en esto, hace varios años, recibí una llamada de mi nuera Ivonne, esposa de mi hijo mayor Daniel. Me dijo: “¡Pastor, soy directora de actividades especiales en la iglesia y estoy preparando todo el programa para el Día del Padre: ¿Pudiera usted escribir un poema para ese día?!”. Así surgió “Romance a un padre”. Como ya lo saben, el romance es una forma de versicación de un poema. En Romance a un padre, reflejo lo que tantas veces hemos oído que es un padre, desde los días de nuestra niñez en que papá es nuestro héroe favorito, hasta la edad madura. Esa edad, en que diéramos todo por tener al viejo a nuestro lado. Pero se nos ha ido y solamente nos quedan sus consejos, sus valores y sus recuerdos.
A ti padre, que semana tras semanas te esfuerzas para aprovechar los días, y ser feliz junto a tu esposa y a tus hijos. A ti padre cristiano que te niegas a ti mismo para hacer y ser un hombre conforme a la voluntad de Dios, te dedico este poema, que lo disfrutes y ¡Feliz Día del Padre!
Romance al padre

El padre es superhombre,
encontrado en el camino.
Palabra de cinco letras,
y un significado infinito.
Q
ue siempre tiene respuestas,
a las preguntas del hijo.
El padre lo arregla todo
con solo decir: "_¡Hijo mío!"
O con un, ¿qué será de ti
una vez que me haya ido?
Mi padre, ¡cómo lo recuerdo!
Su andar comunicativo...
Dándome sabios consejos
Desde que era muy chico:
Encomiéndate al Señor,
Ámalo en Superlativo.
Asiste siempre a tu Iglesia
Y no sólo los domingos.
¿Acaso es tuyo lo tuyo?
¿No es de Dios lo recibido?
Dale al Señor lo primero
Y cambiará tu destino.
Ahorra para el mañana,
da mucho más de ti mismo.
Cuando vayas de visita
Lleva un regalo contigo...
Esta vida es muy breve,
Y no hay que ser indeciso.
Pues pronto se apagará
este tizón encendido.
Y no podrá calentarte
este sol de mi cariño.
¡Levántate y sé hombre
Deja las cosas de niño!
Y me diste el testimonio
Para ser tan efectivo:
"_Porque un día acudí a Dios,
e
n busca de mi destino.
Y, Él, me dio una mujer
Y de la vida me río...
Tengo amor, techo y pan
Y el cuidado de mis hijos..."
Así pasaron los años,
Veloces, inadvertidos...
Te confieso padre amado:
¡Qué recuerdos tan benditos!
¿Dónde te fuiste mi viejo
Cuando más te necesito?...
Y ahora te busco padre,
Por toditos los caminos...
Y casi siento tu voz
al decirme: "_¡Hola hijito!"
Aquí vengo padre amado,
Con mi corazón herido...
Cuando ya no queda nada
De aquellos años altivos...
Pero tú estabas allí...
Esperando... compasivo.
Con tu corazón de padre
Y el apoyo de un amigo...
Modelaste en mi inocencia
Cuando no tenía sentido,
lo que vale un ser humano
Cuando es agradecido...
A servir a mis hermanos,
A no ser competitivo.
A perdonar ampliamente,
Rechazar lo vengativo.
Y no sacar leña fácil,
Del árbol cuando ha caído.
Tus besos y tus abrazos
Doy a mis nietos e hijos
Ellos que son tu retoño.
Son el tronco florecido,
Son herencia de mi Dios
Son como plantas de olivos,
Son flechas en mis manos,
De mi juventud habidos.
¡Cristo, mi pasión y triunfo...!
Por eso soy bendecido.
Papá, hoy las gracias te doy…
Tengo tu herencia conmigo:
¡Dios, familia y ministerio
Y los hijos de mis hijos!
©Rev. Francisco Aular

Bueno, esto será todo por hoy

Pastor y amigo,

Francisco Aular
(703) 368-9176
faular@hotmail.com

viernes, junio 09, 2006

¡Ya tengo la victoria!


“Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos. Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia: “¡La muerte ha sido destruida! ¿Dónde está su victoria? ¿Dónde está su poder para herirnos?" El pecado produce la muerte y existe porque hay una ley. ¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio de nuestro Señor Jesucristo!” (1 Corintios 15.53-57)


Mis amados:
¡Bienvenidos a esta página!

¡Gracias por el apoyo que nos han dado en la Campaña de 40 Días con Propósito! Deben saber que han ocurrido cosas muy preciosas como éstas: personas han encontrado el propósito para sus vidas, miembros de nuestra iglesia han compartido con sus compañeros de trabajo, miembros de nuestra iglesia han visitado a nuevos hogares, nuevos líderes espirituales se han descubierto, hemos conocido a nuevos amigos y hemos hecho “conexión” con grupos pequeños que se reúnen cada domingo en nuestra sede. Por todos estos acontecimientos: ¡Alabado sea el nombre del Señor JESÚS! ¡Seguimos en marcha y dispuestos a atenderlos, si nos llaman. ¡Todavía hay tiempo!

Pues, bien, al tema de hoy. Los que somos cristianos nacidos de nuevo, le debemos mucho al gran apóstol Pablo. Aparte del Espiritu Santo, nadie le trajo tanta gloria a JESÚS, como este hombre de Dios. Comento siempre que cuando llegue al cielo, buscaré en primer lugar a JESÚS, quiero agradecerle todo lo que hizo por mí. Pero en segundo lugar buscaré a Pablo, mi gratitud con este escritor sagrado es inmensa. En efecto, vivo etenamente agradecido por los escritos paulinos, que aparecen en nuestras Biblias, casi constituyen la mitad del Nuevo Testamento. Entre esos grandes escritos se encuentra Primera Carta a los Corintios capítulo 15. Allí plasma en palabras que cualquier persona puede entender, la doctrina de la resurrección. La doctrina de la resurrección es importantísima para el Apostol de la gracia y para nosotros, también. Cualquier adjetivo que utilicemos para distinguir, este escrito, se queda corto. Pablo desea que todos los cristianos, nacidos de nuevo, tengamos la certeza de que, “somos más que vencedores”, porque tenemos la victoria en JESÚS.

En esta preciosa declaración hecha por el Apóstol Pablo encontramos las razones de porqué nosotros también, podemos decir: ¡Ya tengo la victoria!

¡Ya tengo la victoria! Al comprender y experimentar el propósito de Dios para mi vida!: “Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos”. Cuando Mark Twain se hallaba en el pináculo de su carrera como escritor, conoció a dignatarios de todo el mundo. Se cuenta que una de sus hijas le dijo: “Papá: si esto sigue así, pronto vas a conocer a todo el mundo, excepto a Dios”. Será toda una tragedia vivir esta única vida humana que tendremos y nunca conocer ni experimentar al Dios que hizo la vida humana y nos ofrece la vida eterna como un regalo en Jesucristo. La Biblia en el Salmo 90 y también en otras partes que no viene al caso consultar, por ahora. Nos invita a considerar la brevedad de la vida. Al hablar de esto, nos pinta imágenes imposibles de olvidar. En efecto, nos dice que es como un día, una vigilia nocturna, un sueño, la hierba, un pensamiento, una sombra, como la neblina, como el humo, excetera. En fin, la vida humana es breve; pero la vida eterna, obviamente, es para siempre. Como el ser humano que va al espacio, necesita una vestimenta especial para poder vivir en las condiciones que allí imperan. Igualmente, el ser humano no podrá etrar a la vida eterna, con este cuerpo. ¡Dios nos ha dado por Su gracia, una bendita promesa! “Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos”. El propósito de Dios es darnos vida eterna por eso, tenemos que vestirnos de JESUCRISTO, en Él y sólo en Él, encontramos el verdadero propósito de nuestras vidas en esta tierra. Si al pasar por este mundo no conocieras a más nadie, sino a JESUCRISTO, no habrás perdido nada. Pero al pasar por esta vida, ser alguien importante y conocedor de mucha gente importante, pero sin un encuentro con JESUCRISTO, lo habrás perdido todo.

¡Ya tengo la victoria! Al comprender y experimentar la esperanza de la resurrección: la muerte de la muerte. “: "¡La muerte ha sido destruida! ¿Dónde está su victoria? ¿Dónde está su poder para herirnos?". ¿Por qué la gente le tiene tanto miedo a la muerte? Porque ignora lo que Dios nos ha dejado en Su Palabra, sobre la muerte. Lo primero es que el vocablo “muerte” significa, “separación”. En ese sentido la muerte humana es separación del cuerpo y el “alma”, el cuerpo perece, se corrompe, el alma no. En segundo lugar, la Biblia habla de la muerte espiritual, esta es la separación de mi espíritu del Espíritu de Dios, cuando uno no ha experimentado el Nuevo Nacimiento por el Espiritu de Dios y Su Palabra. El ser humano, está espiritualmente, muerto en su relación con Dios: “y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2.1(RV60) Ahora podemos entender cuando JESÚS, le dijo a uno de Sus discípulos que quería sepultar a su padre primero, antes de seguirlo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el reino de Dios” Lucas 9.60 (RV60) Magistralmente el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, lo puso en el verso que dice así: “/No son los muertos los que en dulce calma la paz disfrutan en la tumba fría/, muertos son los que tienen muerta el alma y viven todavía/. Volviendo a la muerte física, les confieso que cuando era niño y aún en los días de mi juventud, tenía un terror a la muerte. Cuando tenía diez y seis años, murió mi hermano mayor, José. Aquella noche no pude dormir. ¿Qué distinto el día en que nací de nuevo? Esa noche descansé porque comprendí la gran verdad de la vida cristiana: esta vida humana es temporal pero la vida eterna, es para siempre. La vida eterna no es algo, sino Alguien. Es JESÚS, Él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Por eso el que ha depositado su fe, unicamente, en JESÚS como su Señor y Salvador personal, no debe tener temor a morir. Cuando esta vida temporal se acabe, entraremos a disfrutar la que es para siempre. Una y otra vez, los escritores del Nuevo Testamento, señalan verdades como éstas: “Este es el testimonio: que Dios no ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”. 1 Juan 5.12-13 (RV60) Ya que estamos en confianza, me permites una pregunta: ¿Tienes al Hijo de Dios en tu corazón, por haber pedido perdón por tus pecados, confesar que crees que Él murió por tus pecados y hacerlo a Él, el Señor de tu vida e invitarlo a tu corazón? Entonces tienes la vida. Si tu respuesta es no. Ahora mismo, dile que te arrepientes de tu vida alejada de él, y ruegale que venga a tu vida. ¡Hazlo es de vida o muerte! Entonces ahora podrás experimentar lo que dijo el Señor JESÚS: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. “¡La muerte ha sido destruida!”…En otras palabras: JESÚS, mató a la muerte y por eso: ¡Resucitó! Y también nos ha prometido que todos nosotros resucitaremos como Él, lo hizo. ¿No es extraordinario que JESÚS, resucitado, nos dejó esta promesa en el último libro de la Biblia?: "No tengas miedo. Yo soy el Primero y el 'Ultimo, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno”. Apocalípsis 1. 17b-18 (NVI)
¡Ya tengo la victoria! ¡Al comprender y experimentar que no tengo que ser esclavo del pecado!: “El pecado produce la muerte y existe porque hay una ley”. ¿Qué es pecado? Lo diré en la forma más sencilla que pueda es “la actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva” que nos separa de Dios. Es insistir en hacer nuestra propia voluntad: “¡Yo primero!” (sin tomar en cuenta a Dios). También significa, desafiar la voluntad de Dios: “¡Dios no te metas en mi vida!” Esta versión de la Biblia, nos dice que el pecado es una ley. Como nos enseñaba mi profesor de Biblia el Dr. Roy Lyon: “Todo ser humano nace perdido porque tiene la tendencia natural a pecar”. Sí, recibimos la tendencia a pecar como herencia de Adán. La Biblia enseña: “El primer pecado en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado, apareció la muerte en el mundo. Y como todos han pecado, todos tienen que morir”. Romanos 5.12 (BLS) Algunos dicen que semejante aseveración paulina, carece de lógica, ya que un Dios justo no permitiría que el pecado de un solo hombre cayera sobre todos sus descendientes. Eso sería cierto, si nosotros que vivimos hoy en día, cargaramos la culpa de los pecados que cometió Adán; pero esto no es lo que Pablo, nos está diciendo. Lo que quiere decir, es que desde Adán, todos los seres humanos, recibimos la tendencia a pecar. Somos juzgados por nuestros propios pecados y no los de Adán. En consecuencia, esta debilidad moral se ha convertido en una ley en todos los seres humanos. Esta ley hace inevitable la caída de todos los seres humanos. En realidad todos los seres humanos somos pecadores y somos arrastrado por el pecado a hacer lo malo, por eso la Biblia dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3.23. Alguien dijo esto en cuanto al pecado: “El pecado narcotiza nuestro entendimiento, envenena nuestro espíritu, corta las alas al águila, y hace que el fin del ser humano sea pauperrimo y ruin”. Pero JESÚS, bajó del cielo a la tierra y dio su vida por el pecador para librarlo del poder del pecado. Frente al pecado, no existe humano que no peque. Pero al arrepentirse de su pecado, Dios lo santifica y salva. El ser humano nacido de nuevo, tiene ahora otra ley en sí para vencer, la gracia de Dios. Si se jacta de su pecado, entonces, no ha nacido de nuevo. El teólogo inglés, Thomas Fuller (1608-1661) dijo: “Quien peca es un ser humano. Si se arrepiente es un santo, y si se jacta es un diablo”.

¡Ya tengo la victoria! Al comprender y experimentar que JESÚS es la única solución para vencer al pecado y la muerte: “¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio de nuestro Señor Jesucristo!” El ser humano en el transcurso de la historia ha mostrado que busca fuera de sí mismo algo o alguien que lo pueda salvar del terrible castigo eterno por sus pecados. El Antinguo Testamento, revela esta búsqueda patética del ser humano del paraíso perdido. Tenía que haber un remedio espiritual para el pecado, remedio que fuera a su vez, aceptado espiritualmente por Dios. De lo contrario el ser humano estaría sin retornar a Dios, eternamente. La única esperanza que el pecador pudo encontrar es JESÚS. Por eso, JESÚS mismo dijo: “Porque el Hijo del Hombre, vino a buscar y salvar lo que se había perdido”. Lucas 19.10 (RV60) Sí, JESÚS, vino, murió…y resucitó. La resurrección de JESÚS, es la prueba de que Dios está satisfecho, con Su muerte como castigo por nuestro pecado. Pensando en esto, el apóstol Pablo, dice: “Sin embargo, ¡Cristo volvió a vivir! Esto nos enseña que también volverán a vivir los que murieron. Por el pecado de Adán, todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir. 1 Corintios 15.21-22 (BLS).”. Pero JESÚS, bajó del cielo a la tierra y dio su vida por el pecador para librarlos del poder del pecado y sus resultados que, es la muerte segunda, o separación para siempre del pecador en el infierno. En efecto, la Biblia afirma que Dios es santo y el ser humano es pecador. Ahora bien, debemos saber que emborracharse, robar, matar, inmoralidad sexual, preocupación, mal carácter, vivir sin propósito en la vida, andar sin metas, sen tirse frustrado, entre otras muchas cosas, son las consecuencias de ser pecador. El pecado no es lo que hago, sino lo que soy. Usted va a ver telarañas en su casa, mientras viva la araña que la produce. En cuanto al pecador, las religiones, las filosofías, los recursos de autosuperación personal, excétera, trabajan con las telarañas de nuestras vidas. Pero JESÚS, bajó del cielo a la tierra para eliminar la araña, es decir, nuestro “yo” pecador. Lo que necesitamos como pecadores es comprender esto: Los seres humanos es como un traje al que se le ha ido poniendo remiendos para que se vea bien, o se vea mejor. Lo que necesitamos no es que nos envíen a la sastrería espiritual, psiquiátrica o psicológica, o tal vez filosófica para otro remiendo; sino que nos hagan de nuevo. ¡Eso es el Nuevo Nacimiento! Ese es un regalo de Dios en JESUCRISTO, no te lo pierdas.

Amado(a) Gracias a la victoria del Señor en la cruz y al resucitar, se te abrieron las puertas del cielo. Esta vida humana tuya encuentra su verdadero propósito al nacer de nuevo. Entonces, tú, también podrás, decir: ¡Ya tengo la victoria! O podrás cantar con nosotros este himno:
/Ya tengo la Victoria, pues Cristo me salva.”/Buscóme y compróme con Su divino amor/ Me imparte de Su gloria, Su paz inunda mi alma/ Victoria me concedió, cuando murió por mí/”.

Es todo por hoy
Pastor y amigo,
Francisco Aular
faular@hotmail.com

viernes, junio 02, 2006

El Código Da Vinci: viejas mentiras en molde nuevo, parte 2


“Los días siguientes, Jesús fue por muchos pueblos y ciudades anunciando las buenas noticias del reino de Dios. Con Jesús andaban también sus doce discípulos y muchas mujeres. Estas mujeres ayudaban con dinero a Jesús y a sus discípulos. A algunas de ellas, Jesús las había sanado de diferentes enfermedades y de los espíritus malos. Entre esas mujeres estaba María, a la que llamaban Magdalena, que antes había tenido siete demonios. También estaban Juana y Susana. Juana era la esposa de Cuza, el administrador del rey Herodes Antipas. Lucas 8:1-2 (BLS) “Porque en Él (JESÚS) habita corporalmente toda la plenitud de la deidad”. Colosenses 2.9 (RV60) paréntesis mío.
Mis amados:

Como Salomón, y pensando en la novela: El Código Da Vinci, podemos exclamar: “¡No hay nada nuevo bajo el sol!”. La semana pasada iniciamos el tema sobre la novela: El Código Da Vinci. Decía y lo vuelvo a repetir que muchos lectores pensando que esta novela de historia-ficción, obedece a un estudio concienzudo de parte de su autor, acerca de la vida de JESÚS y su entorno, han sido confundidos. La verdad es que Dan Brown, se acerca a especulaciones, filosóficas, teológicas, metafísicas y a sectas esotéricas más que a la historia. Extrajo de otros escritos del mismo género, muchos materiales. De paso, vale decir que, esos “descubrimientos” de la novela son muy antiguos y también toma prestado enseñanzas de sus modernos representantes, la nueva era y otras sectas. Esto si es original de Dan Brown, tuvo el chispazo como todo novelista de escribir algo controversial, y lo ha puesto en un molde nuevo, en forma de un libro y que fue llevada a la pantalla grande por medio de la película el Código Da Vinci. Aunque es innegable el éxito mercantilista que ambos esfuerzos artisticos han logrado. También han sido exitosos al vendernos una gran mentira como una verdad. No obstante, esto ningún historiador serio le daría valor histórico a la novela de Brown. Los críticos literarios, tampoco. Nosotros, Biblia en mano, podemos aconsejar con las palabras de Pablo: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. 2 Timoteo 4.1 (RV60)

Nuestra respuesta a Brown en cuanto a algunas de las viejas mentiras, se concretan en:

· Constantino y los evangelios
· ¿Podemos confiar en la Biblia?
· Los gnósticos y los documentos de Nag Hammadi
· ¿Cómo se formó el Nuevo Testamento?
· ¿Se casó María Magdalena con JESÚS?
· ¿Quién es JESÚS?

Los cuatro primeros puntos, ya lo consideramos en la carta de la semana pasada. Hoy estudiaremos los otros dos:

· ¿Se casó María Magdalena con JESÚS?

Mentira del Código Da Vinci: JESÚS tuvo como compañera sexual a María Magdalena; tuvieron una hija, cuyos descendientes a través de los siglos han sido portadores de su sangre, son el Santo Grial…fundadores de la dinastía Meronvingia en Francia…. “Ese matrimonio está documentado en la historia…”…“Las pautas sociales durante aquella época prácticamente prohibían que un hombre judío fuera soltero. Según la tradición judía el celibato era censurable…” (Pág 305)

La verdad: Todo es completamente falso. Por ninguna parte en el Nuevo Testamento se documenta este matrimonio, tampoco lo señala la historia. Tales aseveraciones heréticas, surgen siglos después en los escritos apócrifos, o no reconocidos por los Padres de la Iglesia. En la otra idea, aunque preferiblemente para un líder religioso la recomendación para dirigir la obra de Dios, es que fuera casado. Hubo muchos dirigentes judíos que fueron solteros. Un ejemplo lo constituye la secta de los esenios que ya existían antes de JESÚS. Igualmente se sabe que Juan el Bautista, precursor de JESÚS, fue soltero. El apóstol Pablo, algunos creen que fuera viudo y permaneció soltero para ejercer su ministerio.

Podemos afirmar que, la mente humana del que no ha conocido a JESÚS como Salvador y Señor, está corrompida, le es difícil pensar lo bueno. Es más, siempre está buscando una mancha en la vida de los servidores de Dios, que les permita auto justificarse delante de Dios. Y, si esto ocurre en la esfera humana, imagínese que no hará en un vano intento al hacer un juicio sobre JESÚS. ¿Qué tal? Se preguntan. ¿Si JESÚS, es meramente humano y no es Dios? ¿Qué tal si fue tan ser humano que fue capaz de enamorarse, tener relaciones sexuales y procrear? ¡Sería como uno de nosotros! Y de esta manera, todos podemos entrar en Sus demandas. Pero el mismo JESÚS, nos baja de esas pretensiones al afirmar: “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente”. Lucas 13.3 (RV60)

¿Quién fue María Magdalena?

María Magdalena, posiblemente era de Magdala, ciudad hubicada a unos cinco kilómetros de Tiberias, en el lado occidental del Lago de Galilea. Por el relato de Lucas, quien vale la pena aclarar, no era judío y médico de profesión. Se ha dicho que según la profesión que uno tenga así puede ver a su entorno; un pastor ve lo mejor de los hombres; un abogado ve lo peor, y un médico los ve tal como son. Lucas, es médico y siente un amor especial por el ser humano y ve a JESÚS como el Salvador de la raza humana por medio de Su sacrificio en la cruz. Muchas son las características que pudiéramos añadir de este evangelio. Pero no pierdo de vista, el punto que estoy desarrollando: ¿Quién era María Magdalena? Pues, precisamente en Lucas más que en los otros evangelios, la categoría social de las mujeres se eleva. Como todos recordaremos, el lugar de las mujeres en aquel tiempo en que JESÚS, vino y desarrolla Su ministerio, era el peor de las clases sociales. Se dice que en la oración matinal judía, un hombre le daba gracias a Dios por no haberlo hecho “gentil, esclavo o mujer”. Lucas, quien era un gentil, agradecía a JESÚS, porque Su mensaje derribaba todos los muros sociales y establecía un puente para llegar a Dios. Por eso, el capítulo ocho comienza narrando el papel de las mujeres en el ministerio de JESÚS. Cita que entre ellas, estaban: María Magdalena “de la que habían salido siete demonios, y habla de una mujer de la aristocracia gubernamental: “Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes…” Además, Lucas señala: “Y Susana, y otras muchas mujeres que le servían de sus bienes…”

Algunas tradiciones humanas y muy antiguas también, nos hablan del Señor JESÚS, produciendo milagros para toda cosa y en todos los lugares, y así se mantenía supliendo sus necesidades físicas para Él y Sus discípulos. Pero la verdad bíblica, la tenemos aquí: la obra de Dios, no depende financieramente de los milagros, que rara veces ocurren y por eso son milagros, sino de la buena mayordomía de los bienes de Sus seguidores. Por paradógico que nos parezca y lo digo, después de estar sirviendo al Señor por casi cuatro décadas. ¡Las mujeres llevan el estandarte del servicio en la obra del Señor! No necesitan ser pastoras, misioneras o evangelistas. Dios ha usado y lo seguirá haciendo, utilizará a millones de mujeres anónimas para ayudar con sus bienes a los que estamos en el frente de la batalla. De aquellas primeras mujeres que siguieron a JESÚS, y le servían con sus recursos financieros tanto a Él como a Sus discípulos, María Magdalena es solamente una más de ellas. Acompañó a Su Maestro en todo hasta los pies de la cruz. Estuvo al lado de María la Madre de JESÚS, y fue consolada de una manera sobrenatural el dia de la resurrección del Señor. ¡Esa fue su gloria! Como todos los que servimos al Señor, nada de lo que ofrezca este mundo con toda su vanidad es mejor que servir al Señor.

Uno de los personajes centrales de la novela de Brown es María Magdalena. Pero se equivoca al confundirla con el relato que Lucas ha hecho en el capítulo siete de la prostituta que viene a la casa de Simón el fariseo, en donde estaba JESÚS de visita. Pero al ver a JESÚS aquella mujer pecadora, cae de rodillas en tierra, y: “Llorando comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume”. Lucas 7.38 (RV60) Ahora bien, ¡esta mujer nos es María Magdalena!

· ¿Quién es JESÚS?

La mentira del Código Da Vinci: Brown dice que los cristianos no consideraron a JESÚS como divino sino hasta que fue aprobado en el Concilio de Nicea, en el 425 D de J. He aquí, la mentira: “Durante ese encuentro de debatió y votó sobre muchos aspectos del cristianismo…y, por supuesto, la divinidad de JESÚS…Hasta ese momento de la historia, JESÚS era, para sus seguidores, un profeta mortal…, un hombre grande y poderoso, pero un hombre, un ser mortal…El hecho de que JESÚS pasara a considerarse el “Hijo de Dios” se propuso y se votó en Nicea”. (Pág 290)

La verdad: Los evangelios de Mateo y Lucas, nos presentan a personajes que esperaban en sus días, una manifestación de Dios mismo. Juan 6.68, nos dice cómo Pedro, respondió una pregunta que JESÚS, les había hecho a sus discípulos: “Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Marcos que escribe bajo la autoridad apostólica de Pedro, afirma: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…” Marcos 1.1, Mateo escribe: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados....y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es Dios con nosotros”. Juan, el discípulo amado escribe: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…y aquel Vervo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Juan. 1.1, 14. (RV60) Pablo escribió muy claramente acerca de la divinidad de Cristo. Precisamente a los del mismo pensamiento del autor del Código Da Vinci, los gnósticos, fue enfático al hablar de JESÚS: “Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Cristo y para Cristo”. Colosenses 1.15-16(BLS) “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad.”Colosenses 2.9(RV60) También, escribió a los cristianos de Filipos: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. Filipenses 2.5-7 (RV60) ¡No hay dudas para estos discípulos: JESÚS es verdadero hombre y verdadero Dios! El Concilio de Nicea se realizó, 400 años después. El asunto en que se pronuncio el Concilio de Nicea es cómo pudo tal hecho divino, ser posible. Una cosa es segura, los teólogos que estaban allí, lo más enminentes que el cristianismo ha producido. No creian que JESÚS era un simple mortal. JESÚS ES DIOS. Tenían delante de ellos, las Sagradas Escrituras que así lo afirma, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Al final se aprobó el famoso credo niceno, al cual en el día de hoy, la mayoría de la cristiandad acepta, que dice así:

“Y creemos en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consubstancial al Padre…..” (Dr. Justo Gonzáles: La era de los gigantes, pág.87, Editorial Caribe)

Por otra parte, en la mitología de los griegos, persa, semítica y egipcia, los dioses y diosas se casaban, se mezclaban con los humanos. Etcétera. Sí, había una dualidad masculina-femenina. Pero en las Sagradas Escrituras, tal cosa es abominación delante de Dios.

Amados, me pongo mi mano derecha sobre mi corazón y la izquierda sobre el Nuevo Testamento y grito hasta ponerme ronco: ¡Este es mi único tesoro que poseo en este mundo! Tu luz y tu verdad iluminan mi sendero. Generaciones de estudiosos en todos los tiempos han puesto sobre ti, sus corazones y vidas. Una multitud de hombres y mujeres santos te ha adornado con la entrega de sus propias vidas para que tú, bendita Palabra llegaras a mí. Hace más de cuatro décadas que te abrí por primera vez, en sus páginas doradas encontré un propósito para vivir. Sería un mentiroso e ingrato, si hoy no proclamara, lo que recibí gratuitamente, la salvación y un destino eterno en el cielo. No iré solo. Me he rendido a los pies de Cristo. Me has dado discípulos a los cuales he visto nacer, desarrollarse y multiplicarse en otros. Dame uno más para ti, Señor, hoy mismo. He vivido. Nunca me has fallado, todas tus promesas son ciertas y no patrocinas fracasos. ¡Estoy listo para depositar como una ofrenda especial a mi Creador, todo lo que soy y todo lo que tengo hasta que te vea en gloria y me quede allí para siempre! ¡JESÚS, sea como sea te las ingenias para que nunca te olvidemos, eres el Dios de ayer, hoy y siempre! ¡Aleluya!

Bueno, me estoy emocionando, pero está bien quedarme aquí por los momentos.

Pastor y amigo,

Francisco Aular
Si quieres saber cómo empezamos la Marcha Evangelizadora en Venezuela,por favor visítame en:http://francisco-aular.blogspot.com/